Nelson Santos
Manejo psicoemocional
Actualizado: 2 abr 2022
La uveítis es una enfermedad que no puede ser fácilmente separada de la salud mental y emocional. Es muy común que les pacientes experimenten ansiedad, miedo o estrés durante el transcurso de su enfermedad. Estas emociones, especialmente cuando se experimentan durante un tiempo prolongado, pueden llegar a ser tan debilitantes como las enfermedades físicas. Sin embargo, el estrés no es inherentemente maligno; sino que depende de la intensidad, duración y frecuencia de los estresores. Atravesar situaciones estresantes durante períodos cortos de tiempo y que logran ser resueltas satisfactoriamente, no conllevan al deterioro de la salud mental ni física. Estas situaciones son consideradas como estresores agudos. Estos estresores son muy variados, pero aquellos relacionados al diagnóstico y manejo de la uveítis podrían incluir: citas médicas, exámenes y laboratorios, procedimientos médicos, etc. En cambio, los estresores crónicos, aquellas situaciones que desatan emociones agobiantes durante períodos largos de tiempo y que no necesariamente pueden ser resueltas satisfactoriamente, pueden llegar a ser sumamente debilitantes mental y físicamente. Entre ellos se encuentran: el diagnóstico de una enfermedad crónica, disminución/pérdida de visión, efectos secundarios de los tratamientos, reajustarse a un nuevo estilo de vida a causa de la enfermedad crónica, etc. Estasesituaciones no tan solo tienen un impacto tremendo en la calidad de vida de las personas sino que también predisponen al desarrollo de una o más enfermedades crónicas.

Las enfermedades crónicas físicas con frecuencia son comórbidas con enfermedades mentales. Entre ellas, se encuentran los trastornos del estado de ánimo o ansiedad; los más comunes siendo la ansiedad y depresión. Debido a que las enfermedades crónicas físicas impactan significativamente la calidad de vida, es normal que les pacientes atraviesen un proceso de reajuste en el que se enfrentan a emociones difíciles de procesar. Es normal sentir tristeza, ansiedad, soledad, frustración, problemas de concentración y sueño, luto, etc; pero también es importante reconocer las instancias en las que estas emociones causan tanto o más dolor que la enfermedad crónica física con la que les pacientes hayan sido diagnosticades. Por tal razón, a continuación se presentan algunos factores importantes que pueden ayudar el proceso de la enfermedad:
Identificar estresores
El estrés posee un inherente aspecto subjetivo. No todas las personas experimentan el estrés de la misma manera. Una situación que es sumamente estresante para una persona no necesariamente lo será para la otra, y ambas experiencias son igualmente válidas. Identificar los estresores y las emociones que desatan es el primer paso para establecer un plan de acción.
Estresores agudos: locus de control interno
Los estresores agudos pueden ser clasificados como aquellos en los que una persona posee el poder para controlar, influenciar o solucionar la situación en la que se encuentra. Son situaciones que tienen un comienzo y un final tangible, que no se prolongan indeterminadamente.
Ejemplos de estresores agudos

El manejo emocional de estos estresores puede realizarse con medidas de autocuidado, incluso un poco indulgentes, que ayuden a aliviar y regular las emociones. Estas formas de aliviar los efectos de los estresores son distintas para todo el mundo, pero algunos ejemplos podrían ser: meditar, ejercicios de respiración profunda, dormir una siesta, un baño de espumas, salir con les amigues, comer un helado, jugar videojuegos, ver una película o serie, etc. En esencia, son medidas «desestresantes» o «decompresantes» para la regulación de las emociones. Son importantes porque ayudan a aliviar las reacciones fisiológicas desatadas a través de todo el cuerpo: ayudan a calmar todos los sistemas del cuerpo. Son mecanismos efectivos a corto plazo cuyos resultados cumulativos tienen un gran beneficio a largo plazo. Además, una vez los sistemas se tranquilizan, podemos comenzar a pensar con un poco más de objetividad.
No obstante, es imperativo reconocer que NO todas las situaciones están bajo nuestro control o influencia. No hay nada malo en ello, sino que deben emplearse distintas estrategias para lograr su resolución o lidiar con las secuelas que dejan. Incluso, cuando los estresores agudos se repiten constantemente, pueden convertirse en estresores crónicos.
Estresores crónicos: locus de control externo
Los estresores crónicos son aquellos en los que la persona NO tiene poder para controlar, influenciar o solucionar la situación a la que se enfrenta. Muchos de ellos no tienen solución. En cambio, los que sí pueden solucionarse podrían requerir de un proceso extenso e incierto para poder llegar a su fin. Algunos de ellos podrían producir secuelas complejas, difíciles y permanentes. Por ende, ciertos estresores que podrían solucionarse requieren de un período de reajuste que puede durar meses o años.
Entre los estresores crónicos, también se incluyen aquellos que cambian el autoconcepto de una persona. Son situaciones o experiencias que fundamentalmente cambian la perspectiva que una persona tiene sobre sí misma. Cuando los estresores crónicos son un riesgo para el bienestar o se experimentan de manera prolongada, se convierten en experiencias traumáticas. Los traumas se caracterizan por situaciones adversas en las que la persona no tiene alternativas viables para solucionarlas o escapar de ellas. Por ende, terminan induciendo una sensación de «inmovilidad» o impotencia que perdura hasta luego del suceso traumático, especialmente cuando la persona ha atravesado más de una experiencia traumática.
Ejemplos de estresores crónicos

Las personas que experimentan estresores crónicos continuamente podrían comenzar a sufrir de ansiedad, tristeza, impotencia, indefensión, etc. Esto puede llegar a convertirse en trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, y que a su vez afectan todos los aspectos de la vida de una persona: bienestar psicológico, relaciones interpersonales y los contextos laborales o académicos. Como la uveítis tiende a manifestarse en personas que se encuentran en etapas de mayor productividad laboral y académica, su desempeño habitual también puede afectarse, convirtiéndose así en un estresor adicional para les pacientes.
Los estresores crónicos no pueden ser manejados efectivamente de la misma forma que los estresores agudos. Las soluciones más viables son aquellas que pueden ser sostenidas a largo plazo y que confieren medidas proactivas y adaptativas. Es decir, medidas que ayudan a prevenir complicaciones y manejar los estresores de manera que las personas puedan vivir saludablemente.
Población pediátrica
Los niños y niñas también pueden ser afectados emocionalmente por el diagnóstico de una enfermedad crónica. Las señales y síntomas que exhiben son diferentes a los adultos y requieren de la observación de sus cuidadores primarios. Esencialmente, la mayor parte de los niños y niñas aún carecen de la capacidad para reconocer y verbalizar sus emociones, especialmente cuando las experimentan por primera vez. Así que, lo que no expresan verbalmente, lo expresan a través de su comportamiento. Podrían comenzar a exhibir algunas señales como: rabietas, cambios en el sueño, cambios en su alimentación, problemas de concentración, aislamiento, nuevos miedos, ansiedad, irritabilidad, pérdida de interés en actividades favoritas, apego mayor a sus cuidadores, etc. En el ámbito escolar, podrían comenzar a presentar dificultades académicas, retrasos y cambios de comportamiento en clase. Esto podría ser percibido también por sus maestros y maestras.
Les niñes usualmente recurren a sus cuidadores primarios para la regulación de sus emociones. Aprenden a regular sus emociones según el ejemplo de les adultes y la relación que tienen con elles. Por tal razón, es importante que sus cuidadores primarios también cuiden de su estado emocional. Si se desenvuelven con calma y tranquilidad, los niños y niñas sentirán seguridad. Les niñes aprenden sobre el mundo y sobre sí mismes según su contexto y relaciones más cercanas. Emulan el ejemplo de les adultes a su alrededor e internalizan las voces de sus cuidadores primarios. Aprender sobre las etapas del desarrollo neurológico de les niñes también ayuda a satisfacer las necesidades psicoemocionales particulares de cada una de ellas.
Culturalmente se ha idealizado la infancia como un período de vida sin preocupaciones ni estrés verdadero, pero esto está muy alejado de la realidad. Les niñes experimentan los estresores de una manera distinta a les adultes. Por su edad, les niñes no tienen capacidad para influenciar sobre las decisiones de sus vidas y consecuencias, ya que esto recae sobre les cuidadores primarios y les adultes a su alrededor. Esto puede provocar emociones angustiantes si algunas de sus necesidades no son satisfechas. Las necesidades de les niñes no solo son funcionales como comida, techo, educación y vestimenta. También incluyen amor incondicional, respeto, previsibilidad, sentirse vistos y comprendidos, tiempo para jugar, el reflejo de un autoconcepto saludable, la validación de sus emociones, etc. Sin embargo, para que todo esto pueda cumplirse, primero debe satisfacerse la necesidad fundamental de todo ser humano: el apego. Esto es lo que asegura la supervivencia de todas las personas, especialmente les bebés. Es una necesidad tan importante, que tanto les niñes como adultes recurren a muchísimos mecanismos para conservarlo, aún cuando sean maladaptativas. Cualquier circunstancia que amenace el apego o sentido de pertenencia se experimenta como un estresor crónico, aún si no es aparente para les adultes a su alrededor.
Por virtud de la edad, les niñes también poseen cualidades que les confieren una resiliencia particular que les adultes pierden según transcurre el tiempo: mayor disposición para aprender y asimilar nuevos conceptos nuevos. Por ello les niñes logran asimilar nuevos conceptos y situaciones con bastante ligereza.
Las dinámicas del sistema familiar también podrían cambiar con el diagnóstico de una enfermedad crónica en algune de sus integrantes. Surgen nuevas preocupaciones, responsabilidades y cambios en el manejo del tiempo que alteran el funcionamiento acostumbrado del sistema. Así les pacientes no son solo la única persona afectada por su enfermedad. Cada integrante de la familia podría beneficiarse de recibir asistencia profesional para el manejo del estrés que implican los cambios al sistema familiar.
Cuidado de la salud mental
El cuidado mental y emocional es un factor muy importante para poder sobrellevar estresores. Estas medidas tal vez no ayuden a solucionar los problemas, pero sí ayudan a manejarlos adaptativamente. Funcionan como amortiguadores que previenen complicaciones y alivian las consecuencias de los estresores.
Socialmente se ha normalizado una actitud evitativa hacia esas emociones consideradas «negativas», como podrían ser la tristeza o la ansiedad. La felicidad, el optimismo y el positivismo se han vuelto conceptos predilectos que siempre deben manifestarse. Sin embargo, la vida está llena de momentos tristes y felices: es una tragicomedia. Es normal que en algunos momentos estén llenos de angustias y que otros sean agradables.
El optimismo no es inherentemente negativo, pero cuando se utiliza para invalidar, minimizar o negar las emociones de personas que atraviesan situaciones difíciles, puede convertirse en un obstáculo que impida la accesibilidad a medidas más adaptativas para el manejo de estas situaciones. Esto puede suceder con las demás personas e incluso con nosotres mismes. Reconocer sin juzgar los momentos en que nos encontramos experimentando emociones y sensaciones que nos resultan difíciles de procesar es un buen lugar para comenzar. Dejar que estas emociones «corran su curso» y aceptarlas radicalmente (con la dificultad que esto conlleva) mientras nos damos la oportunidad de ser compresives y compasives con nosotros mismes, nos ayuda a cultivar sabiduría y mejorar nuestro estado de salud.
Manejar expectativas
Manejar las expectativas sobre la salud y la uveítis permite establecer un plan de recuperación razonable para cada paciente. Si una persona tiene expectativas irreales o sumamente difíciles de alcanzar, podría producirle mucha frustración cuando no pueda cumplir con ellas. El diagnóstico de una enfermedad inflamatoria ocular conlleva cambios en el estilo de vida de les pacientes, especialmente cuando es crónica. Los ojos son órganos sumamente delicados que pueden ser fácilmente afectados por cualquier tipo de inflamación. La uveítis no tan solo puede provocar disminución o pérdida de visión temporera o permanente, sino que también podría provocar: molestia, dolor, cansancio de la vista, sensibilidad a la luz, etc. Por ende, aunque NO haya un episodio activo de inflamación, la uveítis podría dejar secuelas que impactan la calidad de vida de les pacientes. Es importante calificar el transcurso de la enfermedad como aguda, recurrente o crónica para así elaborar un plan que se ajuste a las necesidades particulares de cada paciente. Ahora bien, por lo general, las enfermedades inflamatorias oculares tarden bastante tiempo en solucionarse así que algunas expectativas razonables en cuanto a al proceso de recuperación son:
La uveítis generalmente tiene un transcurso de mayor actividad inflamatoria durante diez a veinte años. Esto es una generalidad que describe el período de mayor actividad de la uveítis recurrente o crónica, caracterizado por episodios activos de inflamación separados por inactividad. Estos episodios varían en severidad y son impredecibles, un factor que puede provocar incertidumbre en les pacientes. Este período de mayor actividad inflamatoria posee ciertas complejidades a nivel funcional ya que, durante los episodios de activos de inflamación, les pacientes tal vez no pueden desempeñarse como lo hacen habitualmente. Una solución para manejar esta situación es adquirir instrumentos, herramientas o estrategias que sirvan como medidas asistivas para les pacientes durante los períodos de mayor dificultad.
Una expectativa razonable es que debe transcurrir un período de al menos dos años sin ningún tipo de actividad inflamatoria ocular para que todos los efectos de la inflamación subsanen. Les pacientes aún podrían sentir algunas molestias aunque no tengan episodios activos de uveítis. Estas molestias sanan, gradualmente, a través del tiempo.
Es muy importante que les pacientes y sus seres queridos tomen en consideración estas expectativas. Les pacientes pueden identificar qué aspectos de su vida se les dificulta más, qué cosas pueden hacer y qué cosas no pueden hacer. La resiliencia requiere de apoyo interpersonal. Por ende, si les pacientes se encuentran rodeades de personas que no entienden su enfermedad, van a carecer de un contexto que permita su recuperación e integración a la sociedad.
Aceptación radical: aceptar que no todo está bajo nuestro control
El proceso de aceptación para los estresores crónicos está muy lejos de ser fácil y agradable. En realidad, es muy similar al proceso de duelo. Es un período de reajuste físico y mental que ocurre en etapas, ya que las enfermedades crónicas provocan cambios en el estilo de vida de les pacientes. Por ende, las personas pueden tener la sensación de que sus vidas han fundamentalmente cambiado o que no son la misma persona que antes. Estas etapas no se desenvuelven linealmente y varían en su duración. Tener períodos de relapso no significa que el progreso alcanzado se ha perdido: es parte del proceso de sanación.
Etapa de negación o disociación - Algunas personas pueden negar completamente de la situación y sus emociones; mientras que otras la aceptan, pero intentan continuar con su vida sin tener previsto todas las complejidades inherentes a la situación. Les personas podrían parecer como que han tolerado la noticia bien, se sienten emocionalmente bien, continúan con sus vidas como «si nada hubiese cambiado». Incluso, pueden expresar que «están bien». Sin embargo, esto puede dar origen a maladaptaciones ya que la negación es un mecanismo de defensa efectivo a corto plazo pero no a largo plazo. Es similar a correr una carrera con un tobillo lastimado: tal vez la puedes completarla, pero el tobillo seguirá lastimado y seguirá doliendo.
Etapa de irritabilidad, ansiedad, ira - Durante esta etapa, las personas se encuentran más propensas a emociones como: rabia, irritabilidad, frustración, coraje, defensión, etc. Estas emociones pueden ser desatadas por el estresor principal o por acontecimientos que no tienen relación con el estresor primario. Es decir, pueden ser detonadas por inconvenientes cotidianos: imprevistos, malentendidos, conflictos sencillos, etc. Las reacciones que tienen las personas no son proporcionales a los eventos. Si no es manejado adecuadamente, las personas pueden incurrir en comportamientos maladaptativos para aliviar sus emociones: automedicación, desplazamiento de coraje, etc. En realidad, es un mecanismo de defensa inconsciente cuyo propósito es salvaguardar la propia seguridad frente a situaciones son percibidas como amenazantes o cambios radicales. No obstante, este mecanismo termina afectando negativamente las relaciones interpersonales y dificulta que la persona reciba apoyo, especialmente cuando las emociones son proyectadas a les demás. De igual forma, es efectivo a corto plazo pero no a largo plazo.
Etapa de diálogo, asimilación y conexión - Es una etapa en la que «el ego se calma un poco». La persona asimila mejor la situación. Se encuentra más dispuesta a enfrentar la situación, hablar sin sentirse defensive, mostrarse vulnerable. Acepta lo sucedido y muestra mayor cooperación aunque aún le provoque tristeza o coraje. Esta etapa permite crear una sensación de apoyo interpersonal y que la persona reciba el apoyo necesario.
Depresión - La aceptación de un estresor crónico, como podría ser el diagnóstico de una enfermedad crónica y su impacto al estilo de vida, no es nada fácil. Durante esta etapa, la persona puede experimentar emociones como: impotencia, desesperanza, soledad, aislamiento, tristeza profunda, incomprensión, etc. Esto es un aspecto que afecta todos los aspectos de la vida de la persona, así que es muy importante buscar ayuda. Para que una persona pueda crecer emocionalmente, primero necesita sentirse segure en el contexto en el que se encuentra. Por ende, es mejor no emitir juicios ni críticas acerca del proceso y aceptarlo tal cual es.
Aceptación - Durante esta etapa, la persona comienza a aceptar su situación. Se caracteriza porque la persona puede articular efectivamente su experiencia, incorporándola como parte de su vida o su pasado. En este punto, la persona comienza a desarrollar medidas adaptativas que le permiten vivir según sus necesidades particulares. Sin embargo, es importante enfatizar que esto NO significa que la persona nunca más vuelve a sentir tristeza o ansiedad, sino que ha aprendido a manejarlas mejor.
Período de reajuste
El autoconcepto, o el conjunto de creencias sobre une misme, es reforzado por las actividades que realizamos diariamente. Aspectos de nuestra vida como los estudios, trabajos, pasatiempos e intereses forman parte esencial de quiénes somos. Cuando una persona es diagnosticada con una enfermedad crónica que interrumpe su manera habitual de vivir, su autoconcepto comienza a cambiar gradualmente. Es un cambio desconcertante difícil de incorporar en la vida de cualquier persona. Estas enfermedades se caracterizan porque requieren de un manejo consistente que involucra múltiples citas médicas, medicamentos, tratamientos, cambios en el estilo de vida, etc. Les pacientes tal vez no pueden continuar con sus vidas de la misma manera, no dedican tanto tiempo a las actividades que solían realizar o pasar tiempo con sus seres queridos porque su enfermedad no se los permite. Tampoco pueden participar en actividades propias de su edad, lo que les dificulta relacionarse con relativa normalidad con las demás personas, provocando así una sensación de aislamiento y pérdida de independencia. Las enfermedades crónicas trastocan las vidas de les pacientes y les obligan a implementar medidas que se ajusten a sus nuevas necesidades.
La disminución o pérdida de visión es un acontecimiento difícil de asimilar. Requiere de un proceso de reajuste que se desenvuelve en etapas y que puede durar un período extenso de tiempo. La pérdida de las capacidades y habilidades es una de las experiencias más profundamente cambiantes en la vida de cualquier persona, a nivel funcional y emocional. Presenta nuevos retos cuyas soluciones no son inmediatamente aparentes. Es un proceso en el que les pacientes descubren, reconocen y aceptan que tienen nuevas necesidades que antes no tenían. Reconocer y cumplir con estas nuevas necesidades permite que les pacientes puedan desarrollar un nuevo estilo de vida que les permita vivir a gusto y saludablemente.
Aprender sobre su enfermedad
Adquirir nuevas responsabilidades en cuanto al manejo de su condición
Desarrollar un nuevo estilo de vida que se ajuste a las nuevas necesidades de la persona como paciente
Aprender nuevas destrezas para el manejo de la disminución o pérdida de visión
Solicitar servicios de rehabilitación visual
Ajustar prioridades en su vida: personales, profesionales, económicas, etc.
Reducir estrés
Realizar ajustes o cambiar de estudios, trabajo o carrera
Identificar qué tareas en su vida resulta difícil realizar y qué acomodos podrían implementar para ello
Realizar ajustes en la rutina diaria
Realizar ajustes en el hogar que se acomoden a su condición
Mudarse cerca de los lugares donde podrían recibir mejor asistencia médica
Generalmente, las personas con enfermedades crónicas aún pueden realizar la mayoría de las actividades que forman parte de sus vidas, pero con algunas modificaciones. A veces, esta modificación podría ser sólo en relación al tiempo: les pacientes pueden hacer todo lo que normalmente hacen aunque tarden un poco más en completar sus actividades, tareas o metas. Una razón por la que esto ocurre es porque las enfermedades crónicas requieren mucho tiempo para manejar: citas médicas, tratamientos, exámenes y laboratorios, etc. Otra razón es el hecho de que tanto los síntomas, secuelas y efectos secundarios de los tratamientos afectan la calidad de vida de les pacientes. Para les pacientes de uveítis, la disminución/pérdida de la visión y las complicaciones que podrían surgir por el tratamiento inmunomodulador son algunas de las razones que afectan su desempeño habitual.
Manejo del tiempo con una enfermedad crónica
Las enfermedades crónicas afectan todos los aspectos de la vida de les pacientes. Su manejo adecuado requiere de la inversión de mucho tiempo. Los síntomas, citas médicas, período de recuperación, exámenes y laboratorios, medicamentos y sus efectos secundarios, son factores que impactan el desempeño habitual de les pacientes. Les pacientes gradualmente aprenden a reorganizar sus vidas alrededor de estos factores, sacrificando tiempo que anteriormente le dedicaban a sus estudios, trabajos y su vida personal. Esto no tan solo tiene un impacto en los aspectos mencionados, pero también en el autoconcepto de les pacientes. Podrían sentir aislamiento, incomprensión, incertidumbre, impotencia, soledad, anhedonia, pérdida de interés, pocas ganas de continuar su vida, etc. Estos estresores son particularmente difíciles de procesar ya que alteran el autoconcepto.
Las enfermedades crónicas, especialmente cuando son difíciles de manejar y tienen un impacto detrimental en la calidad de vida, también son acompañadas por un período de duelo. El autoconcepto requiere de un tiempo para reajustarse a esta nueva realidad: les pacientes se encuentran nuevamente a sí mismes dentro de su enfermedad. A veces, cuando esto se vuelve especialmente difícil, puede desencadenar en trastornos de depresión o ansiedad. En ausencia de un contexto que comprenda las complejidades de las enfermedad crónicas y que carezca de las herramientas apropiadas para su manejo adaptativo, les pacientes no pueden recuperarse adecuadamente de su enfermedad.
El manejo del tiempo es un factor clave para las personas con enfermedades crónicas y/o con diversidad funcional. Es recomendable que cada persona evalúe cómo podría manejar su tiempo y su enfermedad, puesto que no hay medidas perfectas para ello. Reconocer que las personas con enfermedades crónicas y/o diversidad funcional experimentamos el tiempo de una manera distinta resulta más importante que ofrecer consejos sobre cómo debería manejarse el tiempo. Este fenómeno que se ha acuñado en inglés como crip time y hace referencia a las múltiples complejidades sobre el manejo del tiempo para las personas que no somos able-bodied (sin diversidad funcional). Algunos ejemplos a los que hace referencia este término son:
Navegar espacios inaccesibles toma más tiempo o resulta imposible para una persona que utiliza silla de ruedas.
Navegar espacios inaccesibles toma más tiempo para una persona con ceguera legal o total, especialmente sin asistencia.
El autocuidado que conllevan las enfermedades crónicas requiere de una inversión de tiempo diariamente que una persona able-bodied no tiene que hacer. Por ende, su tiempo se encuentra más comprometido.
Las enfermedades crónicas requieren de cuidado médico que toma mucho tiempo.
Los tratamientos provocan efectos secundarios que dificultan la función normal. Pueden provocar malestar o dolor que impide que la persona trabaje o viva como acostumbra.
No todas las enfermedades crónicas provocan discapacidad. Sin embargo, no por ello significa que no provocan dificultades. Una persona con artritis reumatoide puede sentir mayor dificultad recorriendo largos caminos o utilizando escaleras cuando experimenta dolor en sus articulaciones. Su caminar puede tornarse más despacio, por lo que cumplir con obligaciones con tiempo específico requiere mayor esfuerzo.
Las realidades de todas las personas son muy diversas. No pueden ser resumidas en una sola lista. Crip time es un fenómeno difícil de describir de forma que pueda representar toda esta diversidad. Para divulgar un poco más de información respecto a la experiencia de ser un paciente de uveítis crónica, y según mi muy limitado conocimiento, algunos aspectos a tomar en cuenta para el manejo del tiempo son:
Las citas médicas toman muchísimo tiempo, casi un día entero
Los exámenes y laboratorios requieren tiempo. Algunos deben realizarse ayunas, así que es recomendable visitar a los laboratorios durante la mañana.
La burocracia médica en los países con sistemas privados de salud toman mucho tiempo.
Todo esto afecta los ámbitos académicos, laborales y personales.
La recuperación no es lineal: hay períodos de buena salud pero otros muy malos.
Los procedimientos oculares, como podrían ser la dilatación de las pupilas o inyecciones oculares, requieren de tiempo para que la visión regrese a la normalidad.
Las inyecciones oculares no funcionan inmediatamente. Toman un período de algunos días para que produzcan su mejor efecto y generalmente deben ser repetidas luego de unos meses.
Los medicamentos producen efectos secundarios que además toman tiempo para manejar. Podrían producir dolor estomacal, cansancio o sueño.
Si debes inyectarte, es recomendable establecerlo durante días libres en caso de que produzcan efectos secundarios.
Creación de estabilidad
La uveítis recurrente o crónica puede convertirse en una experiencia desestabilizante. Les pacientes se encuentran obligados a realizar ajustes a sus estilos de vida y rutinas para acomodarse a las nuevas necesidades de su enfermedad. Ahora bien, debido a que la uveítis tiende a manifestarse en forma de episodios impredecibles, acoplarse a esta impredecibilidad resulta incierto. Les pacientes presentan dificultades adhiriéndose a calendarios, rutinas o compromisos ya que no saben cómo su enfermedad les afectará, especialmente cuando no responde al tratamiento. Para amortiguar esta incertidumbre, podría resultar de utilidad crear una nueva rutina que se ajuste a esta nueva necesidad y que brinde un sentido de estabilidad, en la medida que sea posible.
Algunas medidas que podrían emplearse son:
La creación de un plan estratégico para los momentos en que la enfermedad produce los síntomas más severos
Crear un plan de acción para los momentos en que la enfermedad produce los síntomas más severos puede ayudar a disminuir el estrés, mantener la calma y una sensación de control. Este plan puede ser desarrollado durante los momentos en que la enfermedad se encuentra bajo control para que pueda ser ejecutado en los momentos en que se producen los mayores síntomas. También debería ser comunicado con antelación a las personas debidas.
Este plan puede incluir:
Asistencia médica: acudir al médico especialista o sala de emergencias
Método de transporte establecido: amigue, familiar, Uber® o taxi
Toda la información importante en cuanto a la condición de salud. Esto podría ser un cartapacio con resultados de laboratorios, medicamentos que tomas, etc.
Herramientas asistivas para la baja visión
Medicamentos para aliviar síntomas sistémicos
Lista de contactos importantes
Informar a personas correspondientes
Si sueles recorrer largas distancias y hospedarte cuando visitas a tus médicos o padeces de alguna condición que requiera hospitalización, sería útil mantener un bulto preparado con objetos esenciales. Podría incluir: vestimenta, medicamentos, objetos de cuidado personal (cepillo de dientes, pasta dental, desodorante, jabón, navajas de afeitar, etc)
Dinero en efectivo
Creación de rutina, organización y estructura
Los imprevistos poseen como cualidad inherente el hecho de que ocurren durante los momentos más inoportunos. Crear una pequeña rutina o estructura que ayude a evitar o disminuir imprevistos puede resultar de utilidad. Aún más importante, ayuda a brindar una sensación de estructura y calma, especialmente en aquelles pacientes que deben tomar medicamentos diariamente. Algunas medidas para la creación de organización y estructura son:
Tomar medicamentos a la misma hora
Almacenar medicamentos en un solo lugar
Colocar píldoras en un pastillero semanal
Almacenar resultados de laboratorios y otros documentos importantes en un cartapacio
Mantener un registro de las dosis, especialmente de los corticosteroides sistémicos
Mantener un calendario con citas médicas y fechas importantes
Algunos medicamentos pueden caer mal al estómago. Alimentarse adecuadamente durante el día puede ayudar a prevenir este efecto secundario.
Limitar contacto con personas inestables y altamente conflictivas
Contacto prolongado con personas crónicamente inestables y/o altamente conflictivas es detrimental para la salud física y mental. Estas personas poseen características que les impide incurrir en comportamiento prosocial; es decir, comportamiento que beneficie a todo el mundo. Pueden ser identificadas porque universalmente poseen las siguientes cualidades: emociones sin manejar, preocupación por culpabilizar a los demás, jamás aceptan críticas y poseen un patrón de pensamiento exagerado (todo o nada). Sin embargo, no siempre son fáciles de identificar. A primera instancia, producen buenas impresiones. Son carismáticas, encantadoras y se muestra seguras de sí mismas. La mayoría se preocupa por su imagen y se esfuerzan por «caerle bien a les demás». No obstante, mientras la relación se desarrolla, sus otras características comienzan a ser más evidentes. Incurren en un patrón cíclico de refuerzo intermitente en el que transcurre un período de tiempo bastante estable y agradable, pero que luego se torna altamente conflictivo y abusivo. Esto puede resultar confuso y es precisamente una de las razones que mantiene a las personas en relaciones disfuncionales y abusivas: la esperanza de que algún día podrían cambiar o regresar a esos «días felices».
Otras características que hace que la convivencia y relaciones con estas personas sea difícil son las siguientes:
Pueden mostrar empatía cognitiva pero carecen de empatía afectiva. Es decir, pueden reconocer las emociones en los demás, pero no sienten compasión.
Son personas que muestran imágenes públicas llenas de carisma, buena autoestima y seguras de sí misma. Sin embargo, en su privacidad son inseguras y supercríticas de les demás. Se preocupan por impresionar superficialmente a les demás pero sus relaciones interpersonales son pobres.
Piensan que sus relaciones son más personales de lo que en realidad son.
No poseen la capacidad de introspección ni de verse a sí mismos por quienes son. Se consideran a sí mismos como personas saludables, competentes, buenas, inteligentes, etc.
Muestran patrones persistentes de desconsideración hacia los demás
Muestran incapacidad para regular adaptativamente sus emociones. Incurren en comportamiento errático e irresponsable.
Critican exageradamente a les demás pero nunca aceptan críticas.
Minimizan el dolor que podrían provocar a los demás diciendo cosas como «no tienes sentido del humor», «solo era un chiste», «eso no fue lo que quise decir».
Tratan desconsideradamente a los demás pero exigen recibir buen trato. Se molestan si son tratados de la misma forma que tratan a los demás.
Muestran emociones desproporcionadas a las situaciones cotidianas. Pueden estallar por inconvenientes mínimos y no toman responsabilidad por ello.
Nunca toman responsabilidad de sus acciones ni del impacto que tienen sobre las demás personas.
Pueden expresarse con vocabulario complejo pero sus ideas carecen de profundidad
Son volátiles, inestables, se aburren con facilidad y requieren de estímulos sensoriales o divertimentos constantemente.
Se envuelven rápidamente en relaciones afectivas.
No poseen capacidad para solucionar conflictos adaptativamente. Crean drama y caos innecesariamente.
No aceptan opiniones diferentes a las suyas.
Solo se rodean de personas que les permiten continuar con sus patrones maladaptativos y que les protegen de las consecuencias naturales de sus acciones. Se preocupan por rodearse de personas que se encuentran a «su nivel», que pueden ser manipuladas o explotadas.
Son controladoras, celosas, manipuladoras y agresivas.
Controlan a los demás utilizando miedo, culpa y obligación, exceso de emocionalidad, irritabilidad, victimización, etc. Esconden su necesidad de controlar a través de muestras de preocupación. Por ejemplo, dicen aseveraciones como «lo hago por tu bien», «me preocupo por ti», «soy la única persona que te dice la verdad», «algún día lo vas a entender», «ponte en mi lugar», etc.
Explotan las buenas cualidades de los demás.
Carecen de relaciones duraderas, a menos que sean social o culturalmente obligatorias como «la familia de sangre», algún acuerdo legal o compañeres de trabajo.
Les importa más la imagen exterior que la cotidianidad de sus vidas.
Se ven atraídas por las ideas del matrimonio, la familia «de sangre», tener hijes y la religión organizada ya que son idiosincrasias que les permiten abusar de las demás personas sin repercusiones o fácil abandono.
Se ven atraídos por ideologías jerárquicas y de poder.
Sus prioridades suelen ser banales. Su imagen pública y su éxito económico suele ser más importante que situaciones que requieren más madurez y responsabilidad.
No tienen límites ni respetan los límites de los demás.
Se ofenden y molestan si les pones límites. Podrían decir cosas como «somos familia», «yo te amo», «nadie te ama como yo», «el amor verdadero no tiene límites», etc.
Sus acciones no concuerdan con sus palabras.
Ponen en riesgo la seguridad de los demás.
Podrían ser exitosos económicamente, pero solo pueden relacionarse interpersonalmente a un nivel funcional. Carecen de la capacidad para formar relaciones interpersonales profundas, compasivas, empáticas y satisfactorias.
Se molestan cuando no son el centro de atención. Muestran sarcasmo, ofenden a los demás y giran las conversaciones devuelta a elles.
Pueden vestir provocativa o inapropiadamente a distintos eventos.
Se preocupan por mantener muchos secretos, especialmente de aquellas cosas que van en contra de su imagen idealizada y que les producen vergüenza.
Podrían tener problemas de alcoholismo, drogadicción, compulsiones sexuales, etc. Es una manera de intentar regular sus emociones.
Piensan que todos a su alrededor tienen la culpa menos ellos. Se victimizan para no tomar responsabilidad de las consecuencias de sus acciones.
Nunca piden perdón. Si lo hacen, es una disculpa poco sincera y usualmente con el propósito de remediar el inconveniente que les provoca la molestia de las otras personas.
Las herramientas convencionales para la solución de conflictos NO SON EFECTIVAS con estas personas.
No existen malas personas, sino trastornos y maladaptaciones. Las personas con estas características carecen de la capacidad para crear y mantener relaciones interpersonales saludables. La mayoría de las personas abusivas provienen de contextos abusivos y disfuncionales, pero esto tampoco justifica el abuso que perpetúan. Además, nunca es responsabilidad de la víctima empatizar con su abusador/a. Permanecer alrededor de personas con estas cualidades es detrimental para la salud física y mental, además de ser sumamente riesgoso.
El abuso no siempre es evidente. Puede ser perpetrado por comisión u omisión. Se desarrolla de manera insidiosa y las víctimas terminan dudando de su experiencia y realidad. Son manipuladas para sentirse culpables, responsables y avergonzadas por ser abusadas. Encima, se espera que se comporten de una manera socialmente aceptable, que reporten lo sucedido aún cuando carecen de apoyo y su seguridad podría ser amenazada, y que cumplan el rol estereotipado de victimización y pena. De lo contrario, su credibilidad es cuestionada.
Introspección e intuición
El proceso de introspección nos permite reconocer quiénes somos, qué aspectos deseamos mejorar y qué otros nos brindan satisfacción. Es un buen ejercicio para crear dentro de nosotres un espacio saludable y seguro que nos permite cultivar nuestra autenticidad. Reconocer sinceramente quiénes somos, reconectar con nuestro cuerpo y emociones, nos permite aprender cómo conducirnos en nuestra vida. Nos permite crear un sentido de seguridad y paz, pero también nos otorga la información más valiosa: la validación de nuestra realidad.
Cualquier situación adversa que requiera de un proceso de reajuste, como podría ser el diagnóstico de una enfermedad crónica, nos coloca en una posición vulnerable. Son situaciones dolorosas e inciertas. Irónicamente, también son grandes oportunidades para aprender y crecer. Sin embargo, esto no puede suceder sin antes sentirnos en un espacio seguro y reconfortante. Por ende, la creación de este espacio interior donde no seamos críticos ni jueces de nuestras experiencias y emociones, nos ofrece la oportunidad de conocernos a nosotres mismes y honrar quiénes somos. La vida es un proceso continuo de crecimiento y aprendizaje.
Meditación
La meditación posee una gran variedad de beneficios y no requiere de instrumentos para realizarla. Es gratis, sencilla y efectiva. Sus beneficios son notables inmediatamente y aumentan cuando es practicada diariamente. Así que puede ser utilizada como una medida que ayuda a manejar los estresores agudos y crónicos.
Existen muchos tipos de meditaciones que puedes encontrar en páginas como Youtube® , Spotify® o excelatlife.com. Algunas de ellas son:
MBSR Meditation
Meditación guiada
Meditación con movimiento
Meditación con mantras
Meditación basada en la respiración: deep breathing meditation, guided breathing meditation
Mindfulness
Imaginería guiada
ASMR
Relajación muscular progresiva
Ejercicios de respiración- enfocarse en la exhalación para promover la liberación de acetilcolina y estimular el sistema nervioso parasimpático
Afirmaciones positivas
La meditación no equivale a estar absolutamente en paz sino a aprender a mantener la paz frente a la adversidad. Podría resultar difícil al principio, pero la dificultad merma con la práctica. Es una destreza que mejora con la práctica pero que nunca logra ser perfeccionada.
En cambio, si sientes que preferirías de alguna actividad más energética, puedes realizar actividades físicas. Son igualmente efectivas. Podrías realizar actividad física cuando tu enfermedad está bajo control y meditar cuando experimentas síntomas.
Liberación de emociones reprimidas a través de la escritura y creación de una narrativa
Escribir es una buena actividad que suele ser recomendada por los psicólogos como un complemento a la sesiones terapéuticas. Ayuda a mantener la mente más clara y no abrumarse con emociones angustiantes. Sirve inicialmente como un desahogo pero también ayuda a pensar con más calma y generar buenas ideas. Es una herramienta útil para liberar emociones que han sido reprimidas y aumentar emociones «positivas». Liberar emociones que han sido reprimidas a lo largo del tiempo es sumamente importante para las personas que están en su proceso de sanación ya que los efectos del estrés son acumulativos en el cuerpo: el cuerpo es el inconsciente. Es normal que cuando las personas reprimen emociones, estas se manifiesten en el cuerpo de múltiples maneras: problemas de sueño, problemas cardiovasculares, problemas gastrointestinales, etc. Cuando esto se realiza prolongadamente, puede tener efectos detrimentales en el cuerpo y provocar enfermedades. No es una causa directa sino una correlación que predispone al desarrollo de complicaciones de salud físicas y emociones. Por ende, la liberación de las emociones reprimidas es un aspecto clave para la sanación.
Diario
Cartas (no tienes que enviarlas)
Escritura creativa
Desarrolla tu sentido de propósito: metas a corto plazo y metas a largo plazo
La uveítis puede ser una enfermedad desestabilizante porque la impredecibilidad de los episodios inflamatorios causan que les pacientes no siempre puedan cumplir con un calendario. Así que tal vez las metas que podrían establecerse no están orientadas al futuro sino al presente. Las metas que podría tener una persona con una enfermedad crónica podrían estar basadas en «el día al día»: tomar sus medicamentos, meditar durante diez minutos, comer adecuadamente, etc. Para muches pacientes de enfermedades crónicas, visualizar un futuro propio puede ser irreal, ya que reconocen que su enfermedad puede interponerse a sus planes. Aún así, mantener un conjunto de metas basadas en el presente y en el proceso de recuperación, es una buena manera de crear un sentido de satisfacción, progreso y cultivar la destreza del mindfulness.
Por otra parte, establecer metas a largo plazo es igual de beneficioso para las personas que deseen hacerlo. Ayuda a mantener un sentido de orientación y motivación hacia el futuro. Independientemente de las metas y expectativas sociales, lo importante para cada persona es que pueda desarrollar su sentido único de propósito. Tampoco hay que sucumbir a la sobrevaloración de la productividad. No es necesario establecer metas para ser productive en términos capitalistas. Cuando tienes una enfermedad crónica, levantarse de la cama y ducharse son actos revolucionarios.
El arte de decir que no
Decir «no» y poner límites a las demás personas es solo la mitad del trabajo. Para muches, no solo basta con hacerlo, sino que necesitamos la convicción y la paz mental que requiere mantenerlo. En una sociedad que sobrevalora la productividad, el trabajo, la monetización de los pasatiempos y la creación de múltiples ingresos, tomar un descanso está sumamente estigmatizado. Nos lo han inculcado. Así que rehusarse en la participación de estos ciclos, aún cuando nuestros cuerpos lo requieren, es una tremenda «lucha interna». Siempre deseamos ser un poco más productives, terminar alguito antes de dormir, cumplir con las obligaciones sociales y laborales… para el detrimento de nuestra salud.
Reconoce cuáles son tus límites: lo que aceptas y lo que no. Si alguien sobrepasa tus límites o no los respeta, tampoco sientas miedo al coraje que podría surgir. No lo reprimas, pero tampoco ejerzas violencia. Escucha tu coraje porque intenta comunicarte un mensaje.
Realiza menos compromisos
Aprende a decir que «no» sin sentirte mal
Releva tus responsabilidades a otras personas
No sacrifiques tu recuperación por la productividad
Establece una utina para dormir tranquilamente todas las noches
Red de apoyo
Una sólida red de apoyo es esencial para cualquier persona, especialmente cuando se atraviesan situaciones difíciles. Es beneficioso para les pacientes de enfermedades crónicas debido a que no tan solo ayuda a procesar los estresores propios de su enfermedad sino que también confiere resiliencia ante las circunstancias adversas de la vida. La resiliencia no puede existir sin apoyo interpersonal: somos una especie sociable.
Grupos de apoyo
Actividades enfocadas en sincronicidad: teatro, baile, coro, parrandas, iglesia, deportes, crossfit, música, retiros espirituales, yoga grupal, etc.
Amigues y familiares
Dos necesidades fundamentales de los seres humanos son: la autenticidad y el apego. La autenticidad de ser quién quieres pero también formar lazos afectivos que produzcan una sensación de pertenencia. Cuando una o la otra se ven amenazadas, produce emociones sumamente dolorosas y estrés crónico. La sensación de pertenencia, unión y apoyo interpersonal confiere resiliencia porque nuestra supervivencia depende de ella; pero cuando esta es amenazada por la autenticidad de ser tú misme, produce angustia y estrés crónico. Por ende, rodearse de personas que tienen la capacidad de aceptar y honrar la autenticidad de cada persona ayuda a disminuir los niveles de estrés y provee resiliencia para enfrentar las adversidades de la vida.
Terapia psicológica y/o psiquiátrica
La terapia psicológica y/o psiquiátrica es una muy buena herramienta para el cuidado de la salud mental de les pacientes con enfermedades crónicas. Integrar el diagnóstico de una enfermedad crónica es un proceso difícil para cualquier persona. Es una situación con diversas complejidades atadas al proceso de sanación que pueden ser guiadas apropiadamente por un profesional. Lejos de ser un recurso para atender a pacientes «locos», la terapia ofrece un espacio seguro para que les pacientes puedan experimentar sus emociones sin prejuicios. Ayuda a les personas a continuar cultivando sus buenas cualidades y desarrollar destrezas que le permitan el manejo apropiado de situaciones adversas.
Existen distintos tipos de terapias que se ajustan a los gustos y necesidades de cada paciente.
Psicodinámica
Cognitivo-conductual
Dialéctica-conductual
Humanística
Psiquiatría
Cualquier persona puede beneficiarse grandemente de recibir ayuda terapéutica a cargo de un profesional debidamente adiestrado. La terapia es la mejor manera de lidiar con situaciones que requieran de un proceso complejo de sanación. La búsqueda de ayuda psicológica es una señal de valentía y buena salud. Algunas señales que podrían indicar que la búsqueda de ayuda psicológica sería de gran beneficio son:
Emociones como tristeza, miedo, estrés, impotencia o ansiedad dificultan la continuación acostumbrada de la vida. Incluso, puede que estas emociones no afecten el funcionamiento normal, pero sí afectan los ámbitos emocionales y personales. La persona puede cumplir con sus responsabilidades, pero aún siente tristeza y ansiedad considerable.
Sientes miedo o angustia de perder la visión. Presenta dificultades para aceptar y asimilar el diagnóstico.
Desarrollo de apatía, anhedonia o fatiga que provoca aislamiento social. La persona «se siente mal porque se siente triste», cree que «no debería sentirse de la forma que se siente», cree que no puede alcanzar sus metas o está más propensa a frustrarse.
Surgimiento de problemas en el ámbito personal, interpersonal, académico o laboral. Un problema en un ámbito de la vida puede desatar problemas en los demás. Por ejemplo, un problema en el ámbito laboral también puede ocasionar problemas en las relaciones interpersonales. Un problema de salud puede provocar problemas en cualquier otro aspecto de la vida, como el trabajo o los estudios.
Desarrollo de conductas o mecanismos autodestructivos para aliviar emociones. Estas podrían interrumpir la continuación normal de la persona o podrían ser actividades de alto riesgo. Ejemplos: automedicación con alcohol, marihuana u otras drogas; realización de actividades de alto riesgo como conducir a exceso de velocidad;
Dificultad para regular emociones. Surgen reacciones emocionales desproporcionadas a los acontecimientos que las provocan.
Dificultad para continuar con estudios o trabajo. Pérdida de motivación e interés.
Dificultad para crear y mantener relaciones interpersonales.
Haz intentado implementar cambios pero no han funcionado
Mayor propensidad al desarrollo de coraje, irritabilidad, agresión, autocrítica, pensamientos catastróficos o idealización del suicidio.
Surgimiento de comportamientos evitativos, evitación de la soledad, falta de asertividad, etc.
Haber atravesado situaciones traumáticas o de alto estrés. Ejemplos: abuso, desastres naturales, muerte de seres queridos, violencia, disfunción familiar, problemas de pareja, problemas laborales o académicos, diagnóstico de enfermedad crónica o degenerativa, cualquier tipo de trauma.
Deseo de ir a terapia (independientemente de las circunstancias o la severidad de los síntomas).
Cuidado físico
Descanso
Descansar adecuadamente es el factor más importante para la recuperación de cualquier enfermedad. Sin embargo, esto tampoco es tan sencillo para las personas con enfermedades crónicas que producen mucho cansancio, como son casi todas las enfermedades autoinmunes. Sentir cansancio deja de ser un indicador corporal para saber en qué momento se necesita tomar un descanso: el agotamiento está presente casi todo el tiempo.
Sentir cansancio es normal. A todes nos pasa. Ahora bien, el cansancio asociado a las enfermedades autoinmunes es muy particular ya que NO suele mejorar con el descanso y es desproporcionado con las actividades que se realizan. Les personas reportan sentirse cansadas aún luego de haber dormido adecuadamente o exhaustas al terminar tareas que antes podían realizar con normalidad.
El cansancio, fatiga o agotamiento asociado a las enfermedades autoinmunes aún permanece un reto incierto para la comunidad médica. Está asociado a algunas enfermedades propiamente medicalizadas como son la fibromialgia, hipotiroidismo, depresión, narcolepsia o el síndrome de fatiga crónica. Por otra parte, también está asociado a otras causas que no han sido medicalizadas como podrían ser la disfunción del eje HPA (hipotálamo-pituitaria-adrenal), la fatiga adrenal y el estrés crónico.
Esta situación es compleja de manejar. Sería útil que cada paciente realice una evaluación de su vida que incluya lo siguiente:
Identificar las actividades que más difíciles les resultan
Realizar algunos ajustes en la rutina para descansar más: crear una rutina antes de dormir, dejar de utilizar aparatos electrónicos una hora antes de ir a la cama, dormir siempre a la misma hora, etc.
No consumir cafeína y/o estimulantes excesivamente
Identificar cuáles son sus límites personales: qué tareas pueden realizar sin problemas y cuáles no
Extroversión: actividades recreativas y pasatiempos
Una enfermedad crónica impide la capacidad de les pacientes para realizar algunos pasatiempos preferidos de la misma forma que lo hacían anteriormente. Los cambios al estilo de vida a causa de una enfermedad crónica son un aspecto difícil de aceptar. Por eso, es importante cultivar pasatiempos que puedan ser realizados durante los momentos en que la enfermedad «se activa» y se experimentan los síntomas más difíciles. Algunos de ellos son: actividad física leve/moderada, escuchar música, meditar, yoga, ver Netflix®, pintar, jugar juegos de mesa, pasar tiempo en la naturaleza, tomar un poco de sol etc. Saca tiempo para descansar y divertirte sin sentimientos de culpabilidad. Las actividades recreativas y los pasatiempos fomentan la creatividad y disminuyen la tensión acumulada.
Actividad física
La actividad física es parte integral para mantener un buen estado de salud físico y mental. Ayuda a reducir los niveles de estrés, brinda una sensación de bienestar y energía. No es necesario convertirse en un atleta profesional o ir al gimnasio todos los días. Una caminata leve o moderada es suficiente tres veces a la semana es suficiente. Por otra parte, hacer énfasis en actividad física basada en la ritmicidad, coordinación y sensaciones corporales ayuda grandemente a «reconectar» con el cuerpo y calmar la ansiedad. Un beneficio particular de estos ejercicios es que no necesitas salir de tu casa o ir a un gimnasio para realizarlos, y sólo requiere de poco o ningún equipo. Ejemplos de ello son: yoga, baile, aeróbicos, brincar cuica y ejercicios utilizando tu peso corporal.
Algunos ejercicios que podrías realizar son:
Cardiovascular:
Aminar
Jogging
Correr
Subir y bajar escaleras
Brincar cuica
Bailar
Aeróbicos
Nadar
Limpiar la casa
Musculoesquelético:
Puedes utilizar tu peso corporal para realizar ejercicios de resistencia y/o fuerza. También podrías utilizar pesas. Estos ejercicios incluyen:
Lagartijas o push-ups
Sentadillas o squats
Abdominales
Ejercicios de flexibilidad
Si sientes mucha adrenalina y ganas de ejercitarte, es mejor realizar actividad física moderada/alta y meditación cuando quieras algo light.
Alimentación
La alimentación es un aspecto importante para el cuidado general de la salud. Las personas con alguna condición o alergia que requieran alguna dieta especial, podrían beneficiarse de una consulta con un nutricionista. De lo contrario, las personas que no padezcan de alguna condición que requiera de una dieta especial, podrían beneficiarse de los siguientes conceptos generales:
Llevar una dieta balanceada pero no restrictiva
Desarrollar una buena relación con la comida
Establecer buenos hábitos de alimentación
Disfrutar de la comida
Comer despacio y sin prisa
No saltar comidas
Consumir meriendas entre las comidas
Beber agua frecuentemente durante el día
Consumir más alimentos no procesados que procesados
Cocinar más a menudo en casa
Limitar el consumo de leche de vaca
Limitar el consumo de alimentos fritos
Limitar el consumo de carnes rojas
Incluir porciones adecuadas de frutas y vegetales
Incluir fuentes de fibra, como vegetales y avena
Limitar la cantidad de alcohol
Limitar el consumo de estimulantes como cafeína o azúcar