Nelson Santos
Impacto emocional
Actualizado: 1 abr 2022
La uveítis es una enfermedad compleja que impacta distintos aspectos de la vida de las personas que la padecemos. Probablemente nunca habías escuchado sobre uveítis anteriormente y tampoco conoces a alguien que haya experimentado inflamación ocular. Tal vez no sabes qué hacer ni cómo manejar la situación puesto que todo surgió repentinamente. Puede que hayan mil pensamientos corriendo por tu mente, tu corazón esté acelerado, se te dificulte comer o dormir, tus músculos se encuentren tensos... Es algo que nos ha pasado a muches de nosotres que hemos sido diagnosticades con uveítis o a los padres y madres cuyos hijes han sido diagnosticades con uveítis. No te encuentras sole durante este proceso y todo lo que experimentas es completamente normal.
La uveítis es una enfermedad que a su vez tiene un impacto emocional particular. Tanto la uveítis como su manejo poseen estresores que detonan emociones difíciles de procesar. Los síntomas de uveítis son el primer estresor que los pacientes experimentamos durante este proceso. Todo los síntomas de inflamación ocular son serios, pero la disminución o pérdida repentina de visión causa emociones sumamente angustiosas. Cualquier emoción que surja durante este proceso es válida y normal: confusión, miedo, pavor, frustración, preocupación, ansiedad, coraje, tristeza, impotencia, stress, incertidumbre, vulnerabilidad, incomprensión, soledad, etc. No hay manera correcta o incorrecta de reaccionar frente a una situación como esta. Por otra parte, recibir un diagnóstico de uveítis podría ser un acontecimiento agridulce. Podrías sentir satisfacción porque finalmente conoces la razón de tus síntomas, pero aún podrías tener más dudas o preocupaciones. El tercer estresor, como si fuera poco, es el manejo de la uveítis. No todos los casos son iguales, pero aquellos pacientes cuyos casos requieren de un manejo extenso y exhaustivo podrían experimentar las emociones previamente mencionadas durante un período más prolongado de tiempo. No es fácil atravesar múltiples exámenes, laboratorios, tratamientos y asistir a tantas citas médicas. Por último, los síntomas y complicaciones de la uveítis cambian tanto el estilo como la calidad de vida de les pacientes. Al toparnos con todos estos estresores, el impacto emocional que tiene la inflamación ocular se exacerba. La uveítis es una enfermedad que requiere tiempo, paciencia, comprensión y compasión por une misme. Conlleva un proceso emocional de reajuste a una nueva realidad. A veces es paulatino y no lineal, por lo que puede generar confusión y frustración. A veces es más rápido y sencillo. Es diferente para cada paciente. Por ende, si bien tomamos medidas para cuidar de nuestra salud como pacientes de uveítis, también es importante cuidar nuestra salud mental. Algunas medidas que podemos tomar durante este proceso son:
Cuidar adecuadamente de tu salud física
Mantenernos al tanto de nuestras cita médicas y tratamientos es imperativo. Manejar los síntomas de uveítis, especialmente cuando se ha tornado recurrente o crónica, puede ser muy difícil. En ocasiones, podemos sentir miedo o frustración cuando la uveítis no responde bien al tratamiento o cuando los efectos secundarios son muy fuertes e incómodos. Por lo tanto, es vital discutir todas las manifestaciones físicas con tus médicos, tanto síntomas como efectos secundarios. Si la uveítis es por causa de una enfermedad sistémica autoinmune, es sumamente importante atender esta enfermedad. Buscar la asistencia médica adecuada para cuidar de nuestra salud física nos permitirá consecuentemente cuidar mejor de nuestra salud mental.
Cuidar de tu estado mental y emocional
Procesa todas tus emociones porque todas son válidas e importantes. Las emociones son energía en movimiento: vienen y van. Algunas son más fuertes que otras, unas duran más tiempo que otras. Podrías utilizar los siguientes pasos para procesar tu estado emocional:
Reconoce tus emociones
Reconocer nuestras emociones es el primer paso para cuidar nuestra salud mental. Es muy importante realizar este paso desde la sinceridad y la compasión, sin juzgarnos despiadadamente. Presta atención a tus emociones y sus posibles manifestaciones físicas, como podrían ser: tensión muscular, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, dificultades al dormir, etc. Las emociones tienen tres componentes:
Subjetivo- se refiere a lo que sentimos internamente
Fisiológico- comprende las manifestaciones corporales
Expresivo- la manifestación externa de nuestras emociones