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  • Foto del escritorNelson Santos

¿Cuándo debo visitar un oftalmólogo?

Tanto los oftalmólogos como los optómetras son profesionales encargados de velar por la salud visual de sus pacientes. Ahora bien, ambas profesiones poseen ciertas diferencias. El oftalmólogo es el médico clínico encargado de diagnosticar y tratar enfermedades relacionadas a los ojos; mientras que el optómetra es el profesional que ayuda a corregir alteraciones refractivas y diagnosticar algunas enfermedades oculares. Visitamos a un optómetra cuando tenemos problemas visuales que pueden ser corregidos a través del uso de lentes. En ocasiones, si el optómetra sospecha de alguna enfermedad ocular, podría referirnos a un oftalmólogo.


Es muy importante realizar una cita con un oftalmólogo si presenta alguno de los siguientes síntomas:


Picor

Lagrimeo

Supuración

Resequedad

Sensibilidad o intolerancia a la luz

Enrojecimiento en los ojos

Enrojecimiento interno o externo de los párpados

Hinchazón en los párpados

Dolor en los ojos

Molestia visual acompañada por dolor de cabeza

Manchas flotantes

Visión borrosa

Otros cambios en la visión 

Haz click sobre Simulador visual para más información


La pérdida repentina de visión central, visión borrosa o el aumento considerable de manchas flotantes son síntomas que deben ser atendidos inmediatamente, aún cuando no son acompañados por dolor. Debe visitar una sala de emergencias si presenta cambios en la visión acompañados por sensibilidad a la luz, dolor y/o enrojecimiento.


Lo más apropiado es visitar al oftalmólogo por lo menos una vez al año, ya que existen enfermedades oculares que no producen síntomas. Esto es especialmente importante en relación a los niños, debido a que no suelen percatarse ni verbalizar sus problemas visuales. Esta medida ayuda a cuidar la salud visual de lxs pacientes de todas las edades y así prevenir complicaciones que podrían comprometer la visión. 


Además, también es importante visitar al oftalmólogo durante el primer trimestre de embarazo o al ser diagnosticado con diabetes.


¿Cuándo visitar un oftalmólogo subespecialista en inmunología ocular y uveítis?


La prontitud del diagnóstico y tratamiento son factores que determinan la prognosis de los casos de uveítis. Cuanto antes sea realizado, menor es el riesgo de complicaciones y pérdida de visión. Ahora bien, muchas personas que experimentan síntomas de uveítis por primera vez suelen postergar la visita al oftalmólogo o sala de emergencias, especialmente si no presentan dolor. Síntomas que no impiden la realización normal de las funciones diarias ni provocan dolor, no inducen un sentido de urgencia en la mayor parte de la población.  Un ejemplo concreto de ello son los pacientes que experimentan por primera vez cambios en la visión en un solo ojo, sin dolor, sin enrojecerse y que aún pueden ver bien por su otro ojo. En estos casos, los síntomas suelen ser comúnmente adjudicados al cansancio o alguna molestia trivial. Incluso, podrían llegar a presumir que los síntomas desaparecerán por sí solos o con ayuda de algunas gotitas de la farmacia. Esto termina provocando un retraso en su diagnóstico que podría extenderse durante días, semanas o meses. La demora en la búsqueda de asistencia médica apropiada suele ser característico en los casos de uveítis y una de las razones principales asociadas al riesgo de pérdida de visión.


La uveítis es una emergencia médica. Por ende, es sumamente importante visitar una sala de emergencias o buscar asistencia médica con diligencia al presentar síntomas asociados a inflamación ocular. A continuación se presentan tres circunstancias comunes que urgen la búsqueda de asistencia médica:

1. Si presenta síntomas y sospecha que estos podrían ser sugestivos de uveítis, es recomendable visitar una sala de emergencias. En caso de recibir un diagnóstico de uveítis, debería ser referido a un oftalmólogo subespecialista en inmunología ocular y uveítis.


2. Si ha comenzado a presentar síntomas oculares y ya ha sido previamente diagnosticado con alguna de las siguientes enfermedades, es recomendable visitar una sala de emergencias: diabetes, artritis, espondilitis anquilosante, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, lupus, psoriasis, sarcoidosis, enfermedad mixta del tejido conectivo, enfermedad de Behçet, enfermedad de Kawasaki, esclerosis múltiple, granulomatosis con poliangeítis, enfermedad de Lyme, sífilis, tuberculosis, virus de inmunodeficiencia humana (VIH) o mononucleosis. Además, también debería visitar una sala de emergencias si ha sido diagnosticado con alguna enfermedad autoinmune que no haya sido mencionada o tiene tatuajes, especialmente si estos se encuentran inflamados.


Si es diagnosticado con uveítis al ser atendido en la sala de emergencias, debería posteriormente ser referido a un oftalmólogo subespecialista en inmunología ocular y uveítis


3. Si fue diagnosticado con uveítis por un oftalmólogo u optómetra en su práctica privada, es muy importante que le refieran a un subespecialista en inmunología ocular y uveítis. La uveítis es fácil de diagnosticar, pero requiere de un manejo especializado, a cargo de un profesional en este campo de la salud.


Si presenta cambios en su visión pero aún no está seguro si debería buscar asistencia médica, puede visitar el Simulador visual. Aquí puede encontrar simulaciones de las alteraciones visuales asociadas a la uveítis.


Uveítis en la población pediátrica


La uveítis pediátrica presenta retos particulares únicos en esta población debido a la edad de los pacientes. Los factores que comprometen la prognosis de los casos pediátricos son el retraso en su diagnóstico y un riesgo mayor para el desarrollo de complicaciones. Los niños y niñas aún en etapa preverbal no pueden verbalizar sus síntomas e incluso nunca llegan a presentar problemas oculares perceptibles para los demás. Por otra parte, no es infrecuente que la uveítis pediátrica se desarrolle de manera asintomática (sin producir síntomas) o que sean tan leves que los niños y niñas no tengan la capacidad para articular sus cambios visuales. Estas complejidades en cuanto al surgimiento y desarrollo de la uveítis en la población pediátrica son las razones principales que provocan un retraso en la visita a un oftalmólogo.


La inflamación ocular en edad pediátrica que no es tratada a tiempo puede provocar complicaciones muy severas que terminan afectando la visión permanentemente, aún cuando esta sea mínima. En dichos casos, no es raro que estos pacientes ya exhiban complicaciones oculares una vez se presentan al consultorio médico. Estas complicaciones suelen ser los motivos por los cuales los cuidadores primarios recurren a la búsqueda de asistencia médica, ya que son perceptibles por los demás. Algunos síntomas iniciales notables podrían ser enrojecimiento, intolerancia a la luz (fotofobia) o dolor ocular. También podrían surgir algunas complicaciones serias o, incluso, irremediables. 


La uveítis es una enfermedad que puede ser manejada, pero esto a su vez depende de la prontitud del diagnóstico y tratamiento. Puede desarrollarse de manera asintomática tanto para los pacientes como para las personas a su alrededor. Su diagnóstico requiere de la evaluación de un oftalmólogo. En la población pediátrica, la uveítis tiende a provocar complicaciones más severas que en los adultos. Por ende, recibir un diagnóstico a tiempo y un manejo apropiado es sumamente importante.


Un aspecto importante que los cuidadores primarios pueden notar en los niños y niñas que comienzan a presentar problemas oculares sin mostrar síntomas notables son cambios en el lenguaje corporal o facial. Los niños o niñas podrían exhibir ciertas señales como tropiezos frecuentes, fruncir el ceño, entrecerrar los ojos para leer o estudiar, dificultad para realizar sus pasatiempos, etc. Sus maestros y maestras también podrían percibir algunos cambios en su comportamiento durante clases.


La prevención es clave para el manejo de cualquier caso de uveítis, pero especialmente en los niños y niñas. La visita anual al oftalmólogo sirve para detectar tempranamente el desarrollo de uveítis o cualquier otra enfermedad ocular. Los niños y niñas que ya hayan sido diagnosticados con uveítis o artritis, deben ser atendidos rutinariamente por un subespecialista en inmunología ocular y uveítis.


¿Por qué debo visitar una sala emergencias?


La idea de visitar una sala de emergencias no es agradable para nadie, especialmente cuando no se experimentan síntomas dolorosos o que impiden la función acostumbrada. Ahora bien, la uveítis es una emergencia médica aún cuando no presenta dolor, incomodidad u otros síntomas. Es una enfermedad cuya prognosis depende grandemente de la prontitud del diagnóstico y tratamiento. 


La demora en la búsqueda de atención médica es bastante común en los casos de uveítis. Muchas personas podrían realizar una cita inicial con un subespecialista en inmunología ocular y uveítis al momento de presentar síntomas para así evitar asistir a una sala de emergencias. Sin embargo, las citas iniciales en las prácticas privadas podrían tardar semanas o meses. Por ende, visitar una sala de emergencias no tan solo garantiza una evaluación médica temprana, pero también agiliza el referido del caso a un subespecialista cuando sea requerido. La inflamación ocular que no es tratada a tiempo puede desatar complicaciones irremediables que podrían ser prevenidas mediante evaluaciones tempranas realizadas por un subespecialista en inmunología ocular y uveítis.

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